Texto Dramático
Un texto dramático es como una partitura; su fin no es la recepción del lector, sino la ejecución de lo que allí se propone, en este caso en un escenario, representado por actores, con música, con escenografía y con todos aquellos toques que le dé el director.
Debemos diferenciar bien entre texto dramático y teatro propiamente dicho.
El texto dramático forma parte de la
presentación. El teatro (la acción, los personajes, etcétera) forma parte de la representación; está dirigido a un lector y está dirigido a un espectador.

Todo texto dramático se organiza en secuencias:
Acto:
Es la unidad mayor en la que se divide la acción, marcada por la caída del telón.
Es la unidad mayor en la que se divide la acción, marcada por la caída del telón.
Escena
Las escenas están marcadas por las entradas o salidas de personajes, que van haciendo evolucionar la acción dramática.
Las escenas están marcadas por las entradas o salidas de personajes, que van haciendo evolucionar la acción dramática.
Cuadro:
Se trata de las unidades menores en que se divide la acción y se manifiestan en el cambio de escenografía.
La estructura interna clásica de un texto dramático está dado por:
Inicio o introducción: se presentan los personajes, el lugar y el principio de la acción.
Desarrollo o nudo: donde se inician los acontecimientos centrales, se complejiza la acción y se genera un conflicto.
Desenlace o final: momento en donde se resuelve el conflicto.
Desarrollo o nudo: donde se inician los acontecimientos centrales, se complejiza la acción y se genera un conflicto.
Desenlace o final: momento en donde se resuelve el conflicto.
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